Andamio Pijuán
se baña siempre en alquitrán
para no ver su imagen
en los espejos al pasar.
Es así que no ve el sol
desde que su mal empezó,
cubierto del sucio alquitrán
es solo una sombra con voz.
Pobre Andamio Pijuán,
no puede mirarse al espejo,
se baña con alquitrán,
para no mirarse
para no mirarse
para no mirarse más.
Su trastorno comenzó
después de cumplir los dos,
mientras jugaba en una fuente
tuvo de repente
su primer acto de razón,
se hincó frente al agua para ver
como era la cara de él,
pero un inconsciente
una piedra tiró a la fuente
al verse la primera vez.
Pobre Andamio Pijuán,
no puede mirarse al espejo,
se baña con alquitrán,
para no mirarse
para no mirarse
para no mirarse más.
La piedra dio en el agua
mientras Andamio se miraba,
y las ondas produjeron
un deformamiento
en su cara reflejada.
Por su corta edad
pensó que así era en realidad
y decidió en ese instante
ser un hombre elefante
cubierto de alquitrán.
Pobre Andamio Pijuán,
no puede mirarse al espejo,
se baña con alquitrán,
para no mirarse
para no mirarse
para no mirarse más.
Un día por error
quedó dormido a pleno sol,
y en ese mismo instante
el calor reinante
al alquitrán lo derritió.
La policía encontró
solo un gran manchón,
Pijuán se había muerto,
se había consumido
cuando el alquitrán fundió.
Pobre Andamio Pijuán,
no puede mirarse al espejo,
se baña con alquitrán,
para no mirarse
para no mirarse
para no mirarse más.