Adela en el carrousell
y los espejos son sonrisas
la sortija un aparato de amor.
Adela en el carrousell
y los caballos de madera
que la mecen y le mojan la piel.
Ten piedad, no seas así
no le des patadas a los locos.
Ten piedad no seas así,
voy desvaneciendo sin tu amor.
El sol empieza a salir
y en los jardines de tu mente
hay estatuas que ella debe pulir.
La luna empieza llorar
y cuando todo es tan plateado
hay colores que no pueden entrar.
Ten piedad, no seas así
no le des patadas a los locos.
Ten piedad no seas así,
voy desvaneciendo sin tu amor.
Ya a través de la sortija
ella lo convirtió
en un caballo que gira
y gira a su alrededor.
Tanto girar, girar es un efecto.
Tanto esperar, esperando
que se haga realidad
él se pasa girando sin parar.
Nada es perfecto.
Adela en el más allá
es una estrella clandestina
que ilumina los despojos de amor.
El sólo quiere mirar
la calesita de los sueños que se fueron
y ya no volverán.
Ten piedad, no seas así
no le des patadas a los locos.
Ten piedad no seas así,
voy desvaneciendo sin tu amor.