No sé por qué andas diciendo que soy mala,
Que el alma tengo negra muy negra,
Que soy interesada y pretenciosa,
Que de orgullosa no cabe más.
Ya sé por qué de mí vas así hablando,
Es que el despecho te está matando
De no ver tu pasión correspondida,
Y eso en la vida lo lograrás.
No te ocupes de mí,
No he de ser para ti,
No te canses, déjame ya.
Agua que no has de beber, déjala correr,
Déjala, déjala.
Si hablando así de mí vas a la gente,
Mi nombre echando por el arroyo,
¿Por qué en mi reja lloras como un niño,
Y mi cariño vas a implorar?
Si dices que soy mala y soy perversa,
Y el alma tengo endurecida,
¿Por qué pensando en mi pasas la vida,
Y mi cariño vas a enlodar?
No te ocupes de mí,
No he de ser para ti,
No te canses, déjame ya.
Agua que no has de beber, déjala correr,
Déjala, déjala, déjala.