En la cárcel de Villa
hoy me van a encerrar
pues los jueces castigan
el delito de amar.
Ella fue mi tormento,
ella fue mi pasión,
pero un día la ingrata
de mi amor se rió.
Cuando lejos de ella estaba,
¡ay de mí!,
en mi borriquillo tordo
hacia su reja marchaba,
¡ay de mí !,
y, alegre cantaba así.
Borrico, corre ligero,
anda y no mires atrás,
lo que importa,
lo que importa es, el camino
que falta para llegar
Por sus malas acciones
la partí el corazón,
pues el mío partido
me dejó su traición.
Y los hombres ahora
me querrán castigar,
¡qué me importa el castigo
si no la he de ver más!
Me castigan por matarla,
¡ay de mí !,
sin saber que ya no vivo
y llorando está mi alma,
¡ay de mí!,
y triste yo canto así.
Borrico, no andes ligero,
no tengas prisa en llegar,
lo que importa,
lo que importa es el camino
que nos dejamos atrás.
Lo que importa, etc.