En el viaje de la vida
todo puede suceder;
miedos, errores y dudas
que no te dejan crecer.
Hay tristezas, hay heridas,
nubes que te impiden ver,
hasta que un nuevo camino
abre un cielo azul de fe.
Y así nace la Alborada,
con un gran amanecer.
Surge un milagro y cosecha…
los tesoros que hay en mí.
Cuando llega mi Alborada,
cuando voy a renacer
ir desafiando al destino…
abre un mundo para mí.
Cuanto tiempo, Alborada,
he luchado, y hoy al fin
que tu puerta me has abierto -
no fue en vano mi sufrir.
Alborada, hoy me enseñas
que se puede sonreír,
pues por ti ya sé que existe…
mil caminos por seguir.
Te agradezco, Alborada,
esa luz que brilla en mí.
Hoy tu amor me ha regalado
la virtud de ser feliz.