Como espuma
que inerte lleva el caudaloso río,
Flor de Azalea,
la vida en su avalancha te arrastró,
pero al salvarte
hallar pudiste protección y abrigo
donde curar tu corazón herido
por el dolor.
Tu sonrisa
refleja el paso de las horas negras,
tu mirada -
la más amarga desesperación.
Hoy para siempre
quiero que olvides tus pasadas penas
y que tan sólo tenga horas serenas
tu corazón.
Quisiera ser
la golondrina que al amanecer,
a tu ventana llega para ver
a través del cristal,
y despertarte
muy dulcemente si aun estás dormida,
a la alborada de una nueva vida
llena de amor.