Me senté en el árbol de la soledad
y teniendo sed eché raíces
y tiré sus hojas
e hice de plata su tronco
porque te amé mucho,
porque no me amo a mí
porque no guardé la vida
que te entregué a ti.
Me senté en el árbol de la soledad
grabé en él y lo herí
sobraban mis manos
y las entregué en lugar de las ramas.
porque te amé mucho,
porque no me amo a mí
porque no guardé la vida
que te entregué a ti.