Me senté en un valle verde, me senté ahí con mi amor verdadero.
Mi corazón intentó escoger entre mi viejo amor y el nuevo amor.
El viejo por ella, el nuevo que me hizo pensar con cariño en Irlanda
mientras suave el viento soplaba por el claro y agitaba la cebada dorada.
Fue difícil enmarcar las palabras apenadas para romper los lazos que nos unían
pero más difícil fue cargar con la vergüenza de las cadenas extranjeras a nuestro alrededor.
Y fue así que dije: "La cañada de montaña, la buscaré temprano por la mañana
y me uniré a los valientes hombres" mientras suave el viento agitaba la cebada.
Así triste besé sus lágrimas; sus brazos a mí alrededor se aferraban
cuando mis oídos llegó ese funesto disparo retumbando del bosque salvaje.
La bala atravesó el pecho de mi amor verdadero, demasiado pronto en la vida de la joven primavera,
y ahí sobre mi pecho ella murió mientras suave el viento agitaba la cebada.
La llevé a un arroyo de la montaña y numerosas flores de verano
deposité con ramas suaves y verdes sobre su vientre ensangrentado.
Lloré y besé su cadáver frío como la arcilla; después me apresuré entre valle y cañada
con mi venganza para desatar sobre el enemigo mientras suave el viento agitaba la cebada.
Fue sangre por sangre sin remordimiento la que cobré en Oulart Hollow1.
Deposité el cadáver frío como la arcilla de mi amor verdadero donde pronto el mío habrá de seguirlo.
Alrededor de su tumba he vagado entristecido tarde, noche y temprano por la mañana
con el corazón afligido cada vez que oigo el viento que agita la cebada.
1. Posible referencia a la Batalla de Oulart Hill, ocurrida el 27 de mayo de 1798 durante la rebelión irlandesa de ese año.