No te conozco de nada
pero me gustan tus besos.
Puestos a hacer el loco
mereces más que eso.
Paso de las mentiras,
que ya estamos mayorcitos.
Te presento a mis ganas,
búscales un buen sitio.
Cuarenta y ocho horas
de suicidio compartido.
Cuarenta y ocho horas
de no pensar por qué conmigo.
Cuarenta y ocho horas
de reconocerme en serio
que podría, podría...
Ya no distingo sabores,
tan sólo algunos sonidos,
y el que habita en tu boca
es de un niño perdido.
Cuarenta y ocho horas
de suicidio compartido.
Cuarenta y ocho horas
de no pensar por qué conmigo.
Cuarenta y ocho horas
de reconocerme en serio
que podría, podría...
No esperar nada más,
algo convencional,
que no estamos para eso.
Qué más da si al final
no pretendo optar
a la chica de tus sueños.
Mientras tanto tu y yo,
entre risas y alcohol,
compartimos el momento.
Cuarenta y ocho horas más..
Cuarenta y ocho horas.
Cuarenta y ocho horas
de jugar con el destino.
Cuarenta y ocho horas
las mejores que he vivido.
Cuarenta y ocho horas
de reconocerme en serio
que podría..
Quererlo todo junto a ti.
Quererlo todo junto a ti.
Cuarenta y ocho horas...