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Mujeres sublimes y supremas,
Mujeres, dulzuras, violencias extremas,
Como un diamante, una diadema,
Quiero ofrecer para emblema
Un adagio en réquiem
Por decirles: "Os quiero".
Mujeres, ¡dios mío! Os quiero,
Mujeres, dulzuras, violencias extremas,
Aunque a veces blasfemo,
Vuestros placeres son nuestras escalas,
Vuestros deseos son los dilemas
Que devoran nuestros cuerpos de amor.
Si me queda todavía una esperanza
Como un fuego, como un faro,
En la niebla de un mundo bárbaro,
Sólo a las mujeres quiero creer
Y cantar a su gloria
Para que un día, gracias a ellas,
Diosas, princesas, renazcan
Todos los hombres en desamparo.
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Mujeres, ¡dios mío! Os quiero,
Mujeres, dulzuras, violencias extremas,
Aunque a veces blasfemo,
Quiero ofrecer para emblema
Un adagio en réquiem
Por decirles: "Os quiero".
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