Cuando el día atardeció
y tu cuerpo tocó
en un rincón del mío
un baile se despertó
y el sol apareció
de gigante se quedó
en un instante apagó
el sereno del cielo
Y la calma esperando el lugar en mí
el deseo contando según el fin.
fue en un aire que te dio
y tu canto cambió
y tu cuerpo en el mío
una trenza le arrancó
y la sangre se enfrió
y mi pie aterrizó
mi voz susurró
mi sueño murió
Dame el mar, mi río, mi calzada.
dame el cuarto vacío de mi casa
voy a dejarte en el hilo de tu línea
sobre la piel que hay en mí
tú no sabes nada.
Cuando el amor se acabó
y mi cuerpo olvidó
el camino donde anduvo
en los rincones del tuyo
y la luz de luna se apagó
y la noche enmudeció
el frío fondo del cielo
fue bajando y se quedó.
Pero el daño no habita más en mí
ya pasó, desgasté
para allá del fin
es necesario partir
es el precio del amor
para volver a vivir
ya no siento el sabor
a sudor y pavor
de tu regazo a hervir
de tu sangre de flor
ya no quiero saberlo.
Dame el mar, mi río, mi calzada.
dame el cuarto vacío de mi casa
voy a dejarte en el hilo de tu línea
en el vértigo de la voz
cuando por fin se calla.