Yo fui muy pobre, nada tenía,
y me arreglaba como podía,
como era hábil y muy paciente
hice trabajos bien diferentes.
Reparé barcos y cacerolas,
tejí canastos, lustré pianolas,
pero de todo lo mejor
fue cuando hice con vos, el amor.
Comencé luego con los motores
y los circuitos a transistores
y con mis manos hice un robot
que me ayudaba en mis trabajos con valor y abnegación.
Construí una grúa y un dirigible
puse una industria pequeña de imperdibles,
pero de todo lo mejor
fue cuando hice con vos, el amor.
Ahora, soy dueño de una fortuna
tengo diez fábricas a falta de una,
en una hacemos televisores
y en otra, anteojos para tele-espectadores.
Fabrico pizzas, sin carbohidratos
y a presidente de un gran club soy candidato,
pero de todo lo mejor
es cuando hago con vos, el amor.
Mas hoy, comprendo al fin qué es lo que quiero,
liquido todo, rifo el velero,
me iré a la India, aunque diga el médico
que soy clavado un caso típico de delirium sicodélico.
Ahora, no soy ya el mismo
y aunque me aburra del zembudismo
sé que de todo lo mejor
es cuando hago con vos, el amor.