Ella habría pedido sólo
un instante de paz,
habría pedido solamente
escuchar nuevamente
un hilo de su voz
que dice:
"Me voy poquito a poco, poquito a poco...
Tú cógeme la mano,
me voy y no te llevo conmigo,
de ahora en adelante piensa sólo en ti".
Habría pedido sólo
perder algo el sentido.
¿Habría estado sola
desperdigada entre las estrellas
o quizá Dios la habría puesto
a vivir en compañía
de las almas más hermosas?
Caer rendida ahora,
agotada en los brazos
de los más atentos ángeles
que dulcemente la acogen
y distraídamente le tienden la mano.
Y yo que sigo escuchando
y no dejo de pensar
en el andar suave y
en tu cariño regalado
envuelto en el silencio,
vuelvo a oír débilmente el tierno candor
que escurre aún
celoso en la mano
y 13 años se escapan
porque la vida es un instante.