Era una rosa morena
con los labios de coral,
y un hombre al verla con pena,
cantaba y cantaba
por la madruga':
¿Qué te pasa a ti en los clisos,
Maruja Limón,
que se te han puesto pajizos,
Maruja Limón?
Al saber de tu ceguera,
comenta Grana':
Amarillita y con ojeras,
¡qué pena me das!
Ya te he dicho muchas veces,
Maruja Limón,
que este hombre me parece
palomo ladrón.
Como no pongas cerrojos
en tu corazón,
ay ay ay...
van a ser fuentes tus ojos,
Maruja Limón, Maruja Limón,
Maruja Limón, Maruja Limón.
~ ~ ~
Tiene brillantes por cientos
y esmeraldas un sinfín,
pero por mor de este cuento,
los hombres le cantan
por el Albaicín:
¿Dónde fueron tus cantares,
Maruja Limón,
y tu blusa de lunares,
Maruja Limón?
Ahora gastas terciopelo
en vez de percal,
y no llevas en el pelo
ramitos de azahar.
No me hiciste lindo caso,
Maruja Limón,
y ahora vas pasito a paso
a tu perdición.
Por no haber puesto cerrojos
en tu corazón,
ay ay ay...
ahora son fuentes tus ojos,
Maruja Limón, Maruja Limón,
Maruja Limón, Maruja Limón.
~ ~ ~
No me hiciste lindo caso,
Maruja Limón,
y ahora vas pasito a paso
a tu perdición.
Por no haber puesto cerrojos
en tu corazón,
ay ay ay,
ahora son fuentes tus ojos,
Maruja Limón, Maruja Limón,
Maruja Limón, Maruja Limón,
Maruja Limón, Maruja Limón,
Maruja Limón, Maruja Limón...