Mis lágrimas regaron el camino de mi andar,
del ande hacia los valles y hacia el mar,
sangraron mis mejillas sin poderme resignar,
de ser aquí en mi tierra, un don nadie del lugar.
Mi poncho se volvió color rebelde en su vivir
al verse esclavizado en su pensar
mirando nuestros campos, nuestro hogar,
se levantó mi poncho pa' gritar.
Sudamericano soy, como el viento libre voy,
quechuas y araucanos, guaraníes y aymarás
es el despertar de hoy.
Quenas y charangos, bombos y zampoñas
es el nuevo canto de hoy.
Sudamericano soy, como el viento libre voy.
Sudamericano soy, como el viento libre voy.
Mi raza color bronce ya no quiere mas callar,
no aguanta mas beber ingenuidad,
los vientos del pasado me repiten sin cesar,
despiértate, cuidado que te pueden conformar.
Mi poncho se tejió con la historia del ayer,
y bordado en el dolor de no poder,
abriga mi esperanza del frío colonial,
guardián de nuestra América ancestral.
Sudamericano soy, como el viento libre voy,
quechuas y araucanos, guaraníes y aymarás
es el despertar de hoy.
Quenas y charangos, bombos y zampoñas
es el nuevo canto de hoy.
Sudamericano soy, como el viento libre voy.
Sudamericano soy, como el viento libre voy.