El desierto que ves, te contará lo que pasó
No hay leche ni alcohol que pueda calmar tanta sed
Senderos del tren, pistas en la plantación
La nube es tan gris de tanto robo, sable y cruz.
Esa es mi sangre amarga, valles de luz
Invocando un sueño.
De chico soñé con, un lugar, que no era así
Cerros de color, buscándolos yo me perdí.
Descubrí mi américa sin sol
Reviví en américa de luz
Navegué mi américa fatal
Desperté en mi américa por fin.
Algún hidroavión, oscuras minas de carbón
Mi cuerpo cambió, llorando granos de maíz.
Esa es mi sangre amarga, rocas del sur
Llamándome en la noche.