A Pastora lyrics

Es Viernes Santo en Sevilla,

la de los peines está en los balcones

ataviada con la mantilla

y el pelo lleno de flores.

Pastora está en un balcón,

la Macarena se para enfrente,

se oye un hilillo de voz...

Un hilillo de voz muy fino

que se quiebra con el aire

y las gitanas se tiemplan,

los cirios bailan el cante

Que esa garganta de oro

tenía que estar bendecida

por todos los santos de cielo,

la guardan como un tesoro

y a veces se escucha en el universo.

¡Qué pena! ¡qué pena!

Señor del Paño, ¡qué pena!

Señor del Paño, ¡qué pena!

el no haberte conocido,

no haberte escuchado cantar por cartageneras.

¡Qué pena! ¡qué pena!

Señor del Paño, ¡qué pena!

¿Qué fue lo que cantaste

que todavía andan soñando

miles de estrellas,

miles de astros?

¡Qué voz más bella!

La mejor de todos los tiempos,

es su cante, la veleta,

la que disloca los vientos,

los lleva hasta el reino de ella...

De tus suspiros niña,

que emanan...

Que emanan,

de tus suspiros niña,

que emanan...

De tus suspiros niña,

que emanan...

Que emanan,

que a mi me quema el aire,

la llama de tu garganta,

¡ay!...

Mi voz no te conocía,

nacida en mis sueños estabas.

Viento que te encontraba

¡cómo me sirvió de guía!

y era yo presa del alma.

Esta noche me ha traído

una brisa a tu cante.

A tu cante,

que me han llegado a mí

los aires de otros tiempos

y los quiero yo guardar.

Que me has traído tú, Pastora,

los recuerdos

de Pepe Pinto y de Tomás...

De Tomás, ¡ay! las alamedas,

las campanas, la saeta1 y la toná2,

cuatro puntas le sostienen

los reyes de la soleá3.

Ni el sol ni el lubricán de la tarde

ni el sol despiertan tanta hermosura

como el metal de tu voz.

1. Canción flamenca de asunto religioso que se canta sin acompañamiento de instrumentos, especialmente durante la Semana Santa que se celebra en Andalucía, España.2. Modalidad de cante flamenco similar a la siguiriya, sin acompañamiento de guitarra, procedente de los romances populares.3. Cante flamenco de tono melancólico, en compás de tres por ocho, con coplas de tres versos, generalmente octosílabos, en que riman en asonancia el primero y el tercero, y el segundo queda suelto.