Al lánguido compás
de un vals de Chopin,
mi amor te confesé
sin ver que más
llamaba tu interés
aquel vals.
Por eso hoy mi canción,
a su mismo compás,
te llora como un bien
que ya jamás
traerá a mi corazón
su vaivén.
Fue como un loco volar de falena
con giros y vueltas en torno al panal
que nos deslumbra y nos llena
de un dulce mareo sutil y fatal.
Junto a mi pecho tu seno,
los dos corazónes, latiendo a la par,
fijo, impasible y sereno
tu frío mirar.
Quién me diría que toda la gloria
de aquella gentil posesión
era la efímera coda que al vals
se ponía mi loca ilusión.
Dócil tu mano en mi mano,
mi brazo oprimiendo tu talle liviano,
y en tanto mi acento muriendo
en el lento girar
del valsar.
Falena de salón,
mi corazón también,
sus alas de ilusión
quemó tenaz
girando en aquel vals
de Chopin.
Borracho de pasión
y ciego de querer,
se lanza a tu atracción
sin ver que más
que un alma en ti mujer,
hay un vals.
Fue como un loco volar de falena
con giros y vueltas en torno al panal
que nos deslumbra y nos llena
de un dulce mareo sutil y fatal.
Junto a mi pecho tu seno,
los dos corazónes, latiendo a la par,
fijo, impasible y sereno
tu frío mirar.
Quién me diría que toda la gloria
de aquella gentil posesión
era la efímera coda que al vals
se ponía mi loca ilusión.
Dócil tu mano en mi mano,
mi brazo oprimiendo tu talle liviano,
y en tanto mi acento muriendo
en el lento girar
del valsar…