Un corazón de madera
tengo que mandarme hacer;
que no padezca ni sienta,
ni sepa lo que es querer.
Las estrellitas del cielo
y las arenas del mar
se parecen a mis penas,
que no acabo de contar.
Un imposible me mata;
por un imposible muero:
imposible es conseguir
el imposible que quiero.
Dicen que las penas matan:
yo digo que no es así;
que si las penas mataran,
ya me hubieran muerto a mí.