Linda tiene un secreto para conservar su línea.
Sus amigos se preguntan por la clase de alimento.
Linda sonríe coqueta y se guarda su secreto,
pues su fuente de energía es la carne de los muertos.
No necesita más.
Y sus padres preocupados, esta chica que no come.
Y ella sigue perpetrando sus nocturnas excursiones.
Todo el mundo ya se extraña de las desapariciones
en todos los cementerios, de cercanas poblaciones.
No necesita más.
En las cenas familiares nunca prueba ni un bocado,
ocupada en enterarse del entierro más cercano.
En los banquetes de Pascua permanece indiferente,
pensativa en un difunto que poderle hincar el diente.
En los "partys" siempre baila con el muchacho más pálido,
y coqueta le pregunta por si padece de algo.
No se pierde ni un entierro y discreta se relame,
una chica educada comentan sus familiares.
No necesita más.