En el principio hubo un paraíso,
pero el hombre, insensato,
le pidió algo más a la vida.
Así que mordió la manzana
para alcanzar la sabiduría.
De pie, desnudo, fue consciente
de que aunque tenía los ojos abiertos
todavía estaba ciego.
En el principio tenía tranquilidad,
ahora tiene negatividad,
responsabilidad y enemigos.
Con la sabiduría vino la vergüenza,
con la vergüenza el dolor.
Abramos nuestros ojos.
Pero al final del túnel veo una luz,
esa luz que existe en todos nosotros
y al mismo tiempo en ninguno de nosotros.
Abramos nuestros ojos.
Ahora pensamos demasiado, no sentimos.
Cierra los ojos y ábrete a la visión interior,
abre tus ojos.
Alza las manos si comprendes
y abre los ojos.
Alza las manos si comprendes
y abre los ojos.
Abre tus ojos y siente.
Cierra tus ojos y abre tu yo interior,
recibe la luz.
Alza las manos si comprendes,
abre los ojos y recibe la luz.
Cierra los ojos.
Siente todo lo que te rodea
y recibe la luz.
Abre tus ojos internos y siente,
verás que hay belleza a tu alrededor
si sólo ves y sientes con tu yo interior.
Recibe la luz.
Puedes ser tu propio enemigo
o puedes elegir ser libre.
Abramos nuestros ojos.
Tienes una luz, sólo tienes que verlo.
Abre los ojos, abre tus ojos.
Alza tus manos y comprende.