Soy una canción desesperada,
hoja enloquecida en el turbión.
Por tu amor, mi fe desorientada
se hundió, destrozando mi corazón.
Dentro de mí mismo me he perdido,
ciego de llorar una ilusión.
¡Soy una pregunta empecinada
que grita su dolor y tu traición!
¿Por qué
me enseñaron a amar
si es volcar sin sentido
los sueños al mar?
Si el amor
es un viejo enemigo
que enciende castigo
y enseña a llorar,
yo pregunto: ¿por qué?
Sí, ¿por qué me enseñaron a amar,
si al amarte mataba mi amor?
¡Burla atroz de dar todo por nada;
y al fin de un adiós, despertar llorando!
¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste?
¿Dónde estaba el sol que no te vio?
¿Cómo una mujer no entiende nunca
que un hombre da todo, dando su amor?
¿Quién les hace creer otros destinos?
¿Quién deshace así tanta ilusión?
¡Soy una canción desesperada
que grita su dolor y tu traición!