¡Que bonita!,
Ni pintá por los pinceles de Murillo
¡Que carita!,
Envidiá por el coral de los zarcillos.
La niña como un jilguero
Por calles y plazas pregonando flores
Los hombres a retortero
Bebían sus vientos con ansias de amores.
Y una noche de la Cruz de Mayo
Entró en un corral
Y en los ojos de un mozo de rumbo
Leyó este cantar:
Rosita de Capuchinos
Vara de nardo y clavel,
Dame el ramito más fino
Del jardín de tu querer.
¿De que rosal has robado
la sangre de tus mejillas
Si eres lo más delicao
de los parques de Sevilla?
Te tengo sembrás de flores
Las piedras de tu camino
Porque quiero que me adore
La Rosa de Capuchinos.
Ni un minuto
El querer de aquel mocito le ha durao
Y de luto
Se vistió su corazón abandonao.
Siguió su voz de jilguero
Pregonando flores por las plazoletas
Cambió el mantón dominguero
Por uno morao como sus violetas
Y otra noche de la Cruz de Mayo
Llenita de azahar
Se encontró frente a frente a los ojos
De un hombre cabal
Rosita de Capuchinos
Vara de nardo y clavel
¿Quien te ha sembrao de espinos
El rosal de tu querer?
¿Quién le pintó esas ojeras
A tu carita de rosa?
¿Quién te mandó que sufrieras
Iguá que una Dolorosa?
Rosita vuelve a tus flores
Y olvida tu desatino
Que yo no quiero que llore
Mi Rosa de Capuchinos